Con el país entero sufriendo
una crisis devastadora que hace que veas sitios a donde ibas mucho cerrados por
quiebra y con el cartel de “Se vende” o “Se alquila” colgados (entre ellos el
restaurante en donde trabajé, aunque año y medio después del cierre aun nadie
haya puesto ninguno de esos carteles), y además por la repentina muerte de mi
gato, el cual me alegraba la vida después de volver a casa del trabajo o de
buscarlo, te quedas a veces sin fuerzas para seguir adelante, para luchar, para
intentar superar las desgracias ya reseñadas. Todos intentamos superar
desgracias pasadas, hace tres cuartos de siglo nuestros abuelos tuvieron que
superar una terrible guerra civil y la dictadura posterior, que provocó el
exilio de muchos y la prohibición de símbolos y cultura propia de otros.
Ahora la desgracia,
tristemente mundial, es la crisis económica. Sin trabajo, sin apenas dinero,
buscando lo que se encuentra para ganar unos pocos euros en trabajillos que
casi ni son trabajos, incluso recibiendo estrafalarias ofertas de trabajo tipo
piramidales que luego resultan ser un timo (sólo cobras si consigues vender
algo, si no tienes que poner tú mismo algo de dinero).
Pero todo se puede superar si
hubiera gente capaz de administrar el país, la región, el municipio, la casa,
todo, que la hay, pero la mayoría de políticos son sólo sicarios de poderes
importantes, aparentemente ajenos a la misma Política, y los que podrían
arreglar este desastre son atacados o incluso eliminados por esos sicarios que
dije antes. No me refiero a los sanguinarios sicarios de terribles capos de la
droga latinoamericanos, verdadero terror de su zona, sino por sicarios que usan
métodos más “civilizados”, como los medios de comunicación que les apoyan o que
consiga convencerlos para que los apoyen.
O hay zonas del planeta que
entienden que por sí mismas podrían seguir adelante, sin el lastre de otras
potencias cuya visión de la vida es anticuada. Algunas de esas zonas del
planeta, pequeñas o con más extensión en kilómetros cuadrados, han evolucionado
más que su antigua metrópoli. No diré ejemplos, que cada uno los busque, o que
muchos intuímos. Muchas cosas ya no funcionan como antes. Por mucho que se
empeñen ciertos políticos, empachados de ego, que se creen los salvadores del
mundo y que lamentan que los políticos a los que ellos apoyaban hoy en día
estén prácticamente olvidados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario