viernes, 15 de noviembre de 2013

Escrache (4-4-2013)



Como en su momento las palabras rusas “Perestroika” y “Glasnost”, que mostraron cómo la antigua Unión Soviética afrontaba una necesaria reforma para salir de su anquilosamiento absoluto, como pasa con todos los Regímenes totalitarios o autoritarios, ahora se ha hecho popular una palabra que podría recordar a la francesa “Cracher” (escupir), pero que no parece que quiera ser eso literalmente. Es una más de las protestas contra la corrupción generalizada y la crisis que está arruinando el Estado español, lo cual ya ha obligado a mucha gente a emigrar al extranjero, y no gente como la de hace medio siglo, con escasos conocimientos de todo, sino gente preparada, con idiomas, carrera, todo. Una cosa es que sólo vayan a por los políticos de un partido determinado, eso me parece que hay que ir a por más gente, incluso a por la Familia Real, que también tienen mucha parte de culpa, pero la gente del PP a por la cual van los del PAH saben que al ser el partido que está en el poder, es quien tendría que arreglar este desastre y no lo hace, y encima ve cómo en Europa se les hace cada vez menos caso.

Claro que al oírles decir que Ada Colau y compañía son pro-etarras, es decir, partidarios de ETA, ya es rozar el ridículo. Todo aquel que les critique ya son condenados al Infierno, parece ser.


Y eso que no han llegado los de la PAH a padecer el calvario que padecen las Pussy Riot en Rusia, atacadas, detenidas, difamadas y utilizadas por un tirano llamado Vladimir Putin como arma para ganar las elecciones con el voto unánime de los ultraconservadores rusos, los que van a la iglesia todos los días, y para rematarlo, con las declaraciones plenas de culto a la personalidad de un actor llamado Gérard Depardieu, convertido a la religión de “me hago ruso por que aquí me tienen donde deben tenerme, en un altar”.

La indignación ciudadana ha mutado en varios aspectos desde el 15-M, y el actual es el que encarna la PAH, le guste o no le guste a los poderosos. Yo también tengo motivos para protestar, no por desahucio, por suerte aun conservo mi casa, pese a que ya he cobrado casi la mitad del paro, pero hace un año que me quedé en el paro por el cierre del restaurante en donde trabajaba, por la mala gestión de su dueño, que tampoco pudo evitar el cierre, cuatro meses después, del otro restaurante de la empresa.

Nosotros podríamos haber hecho un escrache ante su casa, y serían muchas personas, ya que cada restaurante tenía 30 empleados. Muchos trabajadores como yo fuimos a la calle, y pocos han encontrado nuevo trabajo. Podría hablar de lo de Chipre, otros ineptos que han arruinado un país, pero ya llevamos varios países con la misma suerte y que sufrirán el mismo remedio peor que la enfermedad, el rescate de la UE que no ayudará mucho a salir del agujero.


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